Alejandra Martins
BBC Mundo
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Jueves, 26 de enero de 2012
El vapor de agua del Atlántico y de la Amazonia choca contra los Andes y se desvía hacia el sureste, un dato crucial que debe ser comprendido según expertos. Foto: SPLAlejandro Litovsky es el fundador de Earth Security Initiative, una iniciativa con sede en Londres según la cual existe un nuevo escenario de riesgos financieros en la región.
La generación de energía hidroeléctrica y la exportación de productos agropecuarios –que dependen de la lluvia producida por la Amazonía- pueden verse comprometidos, según Litovsky.
"La actual cooperación militar de espacio aéreo entre Brasil y Colombia o la cooperación sudamericana para inversiones en infraestructura son ejemplos de acciones prioritarias que los Estados considerarían para combatir la deforestación, si comprendieran algo que los científicos ya entienden: que la Amazonía es un sistema crítico de producción de agua no sólo para Brasil".
Un estudio este mes en la revista Nature confirmó ese rol clave, señalando que la combinación de la deforestación, la agricultura y el cambio climático están debilitando al ecosistema amazónico, conllevando potencialmente a la pérdida de sus capacidades de retención de dióxido de carbono y generación de lluvias.
Amazonía, productora de lluvia
Si bien la desforestación anual en la Amazonia en Brasil decayó el sistema permace frágil, según un estudio en la revista Nature. Imagen: SPL
Los vientos alisios, los que vienen desde el Océano Atlántico al continente, arrastran humedad para el interior de América del Sur tropical, o sea, la Amazonía y el noreste de Brasil, explicó Marengo a BBC Mundo.
Además de la humedad que viene del Atlántico, la vegetación amazónica también contribuye humedad a través de un proceso de evapotranspiración, como se denomina a la evaporación de los ríos unida a la transpiración de las plantas.
"En la Amazonía se juntan millones y millones de árboles que realizan fotosíntesis pero también transpiran, liberando vapor de agua", señaló el experto del INPE.
"Si no estuviera el bosque amazónico llegaría menos humedad al sur, de forma que Paraguay, Uruguay, parte de Argentina y el sur de Brasil en parte deben su lluvia a la contribución de la Amazonia" José Marengo, INPE
"Si no estuviera el bosque amazónico llegaría menos humedad al sur, de forma que Paraguay, Uruguay, parte de Argentina y el sur de Brasil en parte deben su lluvia a la contribución de la Amazonía".
Sistema planetario
A nivel de todo el planeta, "tenemos tres regiones que se comportan como si fuesen motores de un mismo sistema, que impulsan los vientos y la humedad alrededor del mundo: la Amazonía, el oeste de África que también tiene bosques tropicales y mucho calor, y el sudeste de Asia", señaló Marengo.Gran parte de la energía eléctrica en Brasil proviene de represas.
Y a nivel de la región, cambios en la Amazonía pueden crear impactos inesperados: "puede pasar que las lluvias de un mes se acumulen en un día, tendríamos lluvias muy, muy intensas y luego períodos secos muy intensos".
"Sao Paulo y Rio ya son vulnerables a los extremos de lluvia en el verano y si esos extremos son mas frecuentes, habría un gravísimo impacto para la salud y la seguridad energética".
Rosie Fisher, científica de Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas, NCAR, de Estados Unidos, dijo a BBC Mundo que "la Amazonía enfrenta muchas amenazas. Casi todos los modelos climáticos utilizados en el último informe del IPCC predicen que la temporada de sequía, particularmente en el este amazónico, será más severa y no sabemos cuán difícil será para el bosque sobrevivir en esas condiciones".
En el estudio publicado en Nature, un equipo internacional de científicos concluyó que si bien la Amazonía puede tener resistencia ante perturbaciones individuales, la interacción de esos fenómenos, incluyendo incendios, desforestación, fragmentación y cambio climático, puede afectar su capacidad de respuesta. A pesar de la gran reducción en deforestación en la Amazonía brasileña (de 28.000 hectáreas anuales en 2004 a 7.000 hectáreas en 2011) el bosque permanece frágil, aseguran los autores.
Los investigadores advirtieron que las sequías que afectaron vastas áreas del bosque amazónico en 2005 y 2010 podrían ser más severas si la deforestación, la degradación del bosque y el cambio climático se intensifican.
Seguridad nacional
¿Qué implicaciones tienen estos datos científicos?Para Litovsky, la interconectividad explicada por Marengo y otros expertos hace imperiosa una nueva definición de seguridad.
"Es necesario empezar a cuantificar esta información de una forma que sea relevante para los principales sectores económicos de América Latina. En Brasil, el sector agropecuario es el principal motor de la economía exportadora y un 70% de la electricidad en Brasil es producida por represas".
"Y otra dimensión es la seguridad financiera porque en última instancia si hay sequías más recurrentes con impacto en la agricultura eso va a afectar especialmente a las compañías aseguradoras".
En una conferencia reciente en Berlin (Falling Walls) en la que participó la canciller alemana Angela Merkel, Litovsky presentó esta visión de seguridad para la Amazonía y colaboró incluso con un músico, mostrando la simulación del NCAR que vemos a la derecha en un esfuerzo por transmitir el rol del bosque amazónico en forma más intuitiva.
"La desforestación en la Amazonia es para America Latina, una cuestión de "riesgo-país" Alejandro Litovsky, Earth Security Initiative
Para Litovsky, los efectos de la deforestación en la Amazonía son para América Latina, una cuestión de "riesgo-país".
"Yo hablo de seguridad nacional, porque es una cuestión que tiene que ver con la sustentabilidad económica y política de diferentes países de la región".